Rocketman

Hablar de Rocketman (Dexter Fletcher, 2019) sin mencionar a Bohemian Rhapsody (Bryan Singer, 2019) es tarea casi imposible, no sólo por la proximidad en el tiempo entre los dos biopics, sino porque ambos se centran en las dos figuras más importantes que ha dado la industria musical británica en su historia. Si el año pasado fue el film sobre el líder del mítico grupo Queen el rey de la cartelera mundial -sus casi mil millones de dólares recaudados en todo el planeta y su lluvia incesante de premios así lo acreditan-, este año es el turno de Rocketman, la película que nace a rebufo de la obra de Singer a pesar de que, en el fondo, no tengan nada que ver. Por mucho de que la sombra de Bohemian Rhapsody sea alargada, la obra de Fletcher se erige como una película con personalidad propia, muy superior en calidad al biopic de Freddie Mercury que, a juicio de este cronista, despertó una entusiasta acogida no principalmente por sus méritos cinematográficos, sino por su mero objeto de estudio -una película con las canciones de un grupo como Queen, por muy mala que sea, tiene de entrada al 80% del público ganado-.

Sigue leyendo

Cantinflas

Con dos años de retraso llegó a las salas españolas Cantinflas (Sebastián del Amo, 2014), biopic sobre el famoso actor y cómico mexicano, al que Charles Chaplin definió como «el mejor comediante del mundo». Si la espera se ha hecho dura ha sido, sobre todo, por disfrutar del que sin duda es el gran bastón de esta película seleccionada por México para los Oscar: la excelsa interpretación de Oscar Jaenada. Acostumbrado a dejarnos con la boca abierta en sus trabajos por su innata capacidad de cambiar de registro como si no le costara el más mínimo esfuerzo -cuando detrás de cada uno de sus papeles hay horas, meses de trabajo-, el actor español logró convencer con su interpretación hasta aquellos que veían injusto que no fuese un mexicano el que encarnase el papel del que sin duda ha sido el comediante de habla hispana más famoso de todos los tiempos. Al nivel de su interpretación de Camarón de la Isla -que le reportó un más que merecido Goya- es Jaenada el que sostiene en todo momento una película irregular a la que se le podría haber sacado mucho más partido. Junto a él, brillan también Michael Imperiolli en la piel del director Mike Todd y todo su elenco de secundarios. 

maxresdefault

Sigue leyendo

Joy

En una escena de Joy (David O. Russell, 2015), el personaje de Jennifer Lawrence, una humilde trabajadora al borde de la bancarrota que se convierte en la reina de la teletienda americana, dice: «He inventado esta fregona porque sé que es mejor que ninguna otra». Y, de pronto, lo que parece una frase más del guión, se convierte en el lema estrella de la película o, por lo menos, el que mejor resume el espíritu de la misma. Cuando alguien, impertérrito, es capaz de armarse de la convicción necesaria para pronunciar dicha frase, fruto de haber agudizado su mente para sobreponerse a la adversidad, lo mínimo que merece es una ovación. No ya por hacerlo, sino por servir de ejemplo a los demás, por convertirse en un icono. En un mundo cada vez más exento de héroes, en el que el conformismo se expande como una plaga imparable y la (sana) ambición muchas veces brilla por su ausencia, llega Joy Mangano (Lawrence) y nos recuerda que hay esperanza.  Celebración de la gente que no se rinde y auténtica oda a los que se resisten a creer en el mito de que ya está todo inventado, Joy es una película menos modesta -e intrascendente- de lo parece, por lo menos en el plano argumental.

joy-gallery3-gallery-image Sigue leyendo

La teoría del todo

Era cuestión de tiempo que la vida del astrofísico Stephen Hawking, una de las mentes más brillantes del siglo XX, quedase reflejada en la gran pantalla. Era de esperar, pues, una película como La teoría del todo (2014), dirigida por el británico James Marsh, responsable de trabajos tan magníficos como los documentales Man on Wire (2008) o Proyecto Nim (2011). Adaptación de Travelling to Infinity: Mi life wih Stephen, el libro que escribió la primera esposa del científico con el objetivo de plasmar la personalidad del genio y la historia de amor que vivió con él, La teoría del todo es una película que sorprende por su delicadeza y su total ausencia de trucos para conseguir la lágrima fácil. Estamos ante un biopic cuya valor arma para emocionar es la mera admiración y profundo respeto que hasta el más común de los mortales siente por una eminencia científica y humana de tal calibre, que demostró que hasta en la peor de las circunstancias siempre hay un motivo para salir adelante, de perseguir tu sueño.

10

Sigue leyendo

The imitation game (descifrando Enigma)

Hay películas que golpean. Hay películas que duelen. Y hay películas que te dejan completamente abatido, como es el caso de The imitation game (Morten Tyldum, 2014). Pocas veces se queda un sabor de boca tan amargo y se siente un puñetazo tan demoledor en el estómago como el que consigue crear la última criatura de uno de los máximos estandartes del cine noruego contemporáneo, gracias a películas como Headhunters (2011). The imitation game es la primera cinta británica en la filmografía de Tyldum y también su primera obra maestra. Biopic acerca de Alan Turing, visionario matemático que pasó a la Historia por descifrar el código de la máquina Enigma, la cual usaba la Alemania nazi para camuflar sus mensajes, la película es un prodigio a todos los niveles. Lo que más llama la atención es la interpretación de Benedict Cumberbatch, actor que da vida a esta científico condenado por homosexual por la misma sociedad que él mismo ayudó a salvar; y es que con su minucioso trabajo de investigación se pudo adelantar el final de la Segunda Guerra Mundial y salvar 14 millones de vidas. El actor ofrece un recital que debería estudiarse en todas las escuelas de arte dramático por cómo logra plasmar una personalidad tan compleja y atormentada como la de Turing en pantalla grande sin esfuerzo aparente.

THE IMITATION GAME

Sigue leyendo

Philomena

En 2009 vio la luz el libro The Lost Child of Philomena Lee, donde el periodista y reportero de la BBC Marin Sixsmith narraba el viaje emocional que una mujer irlandesa emprendió para reunirse con su hijo, arrebatado de sus brazos nada más salir de sus entrañas por las monjas del convento donde fue internada por sus padres en 1952 para dárselo a una adinerada familia. Tras 50 años buscando a su vástago, Philomena continuó la misión en compañía del propio Sixsmith, en cuya novela quedan recogidas las andanzas de ambos, quienes esperaban un final feliz. Aunque se pasó medio siglo tras sus pasos, el viaje de la mujer junto al periodista se revelará clave para descifrar los aspectos que seguía sin conocer de esa criatura que un día le arrebataron de la forma más vil del mundo. Así nació Philomena (Stephen Frears, 2013), basada en la obra del periodista, película que rinde homenaje a esta intrépida mujer, fuente inagotable de coraje, lucha y esperanza .

the-lost-child-of-philomena-lee Sigue leyendo

Truman Capote

Con Truman Capote (Bennett Miller, 2005) me pasa algo curioso: reconozco que no es mala película, pero tengo la sensación de que no sería ni la mitad de lo que es sin su actor principal, un Philip Seymour Hoffman que aquí demostró que era algo más que el eterno -y eficaz- secundario de Hollywood. Algunos dirán que este es el principal ingrediente de un biopic, y puede que así sea, pero creo que el resto de apartados técnicos y artísticos no están a su altura. Aunque conviene matizar que Truman Capote no es una autobiografía al uso, pues se ciñe exclusivamente al proceso en el que se enfrascó el escritor para dar vida a su best seller A sangre fría que, además de convertirse en un clásico desde el mismo momento de su lanzamiento, lo consagró como uno de los grandes de la literatura norteamericana del S.XX. A pesar de que Hollywood la consideró una de las 5 mejores del año -llegando a competir en la categoría de mejor película en los Oscar con títulos superiores como Brokeback mountain (Ang Lee, 2004) o Crash (Paul Haggis, 2004), no es un film que me apetezca especialmente volver a ver, sobre todo por su falta de información sobre su personaje central, por su escaso sentido del ritmo o una atmósfera demasiado fría. 

imagen Sigue leyendo

Jobs

«Steve Jobs fue el mayor inventor desde Thomas Edison. Puso el mundo en nuestras manos». La frase que Steven Spielberg dedicó al co-fundador y presidente ejecutivo de Apple tras fallecer víctima de un cáncer de páncreas en 2011 resume a la perfección una personalidad tan fascinante como llena de claroscuros. Es por ello que, de entrada, el casi desconocido Joshua Michael Stern merece todos mis respetos por enfrascarse en Jobs (2013), un biopic a todas luces suicida. Soy consciente de la animadversión de buena parte de la crítica hacia este proyecto, por lo que intentaré valorarlo como procuro hacer siempre en este blog: sin injerencias externas ni dejarme llevar por corrientes mayoritarias. Y bien: Jobs ha superado mis expectativas. Y lo dice alguien que nunca ha sentido especial fascinación hacia la figura de este gurú de la tecnología. La película consigue que desde el primer minuto -esa conferencia en plena sede de Apple en la que Jobs presenta el Ipod, en la que se nos regala uno de los mejores y de los más significativos fotogramas del año: el rostro del genio reflejado en la carcasa de su poderosa creación– te sientas fascinado por su personaje central. Un prólogo avasalladoramente emocional que apunta maneras.

22460

Sigue leyendo

La Dama de Hierro

Antes de enfrentarse a una obra como La Dama de Hierro (Phillyda Lloyd, 2011) conviene dejar al margen los sentimientos que uno pueda tener hacia la figura de Margaret Thatcher. Venerada y repudiada a partes iguales, si de algo podía presumir la que fue la primera mujer Ministra en Gran Bretaña, cargo que ocupó en 1979, era de no dejar indiferente a nadie. En una demostración de valentía -hay que serlo para filmar un biopic de estas características-, la directora de Mamma Mía (2008) inmortalizó en la gran pantalla la vida de una mujer poderosa, intratatable, de compleja personalidad. Meryl Streep, que ya colaboró con Lloyd en su mencionada opera prima, es la encargada de dar vida a uno de los animales políticos más importantes e inflexibles del pasado siglo, la máxima responsable de algunas de las políticas más decisivas de la historia de Inglaterra y del mundo -como demuestra su actuación en conflictos armados como la Guerra de las Malvinas-. La actriz consigue una de esas creaciones carne de Oscar -le valió el tercero de su carrera- capaz de dejar mudo al personal, rendido por su pasmoso y sobrecogedor parecido con su objeto de estudio: la Streep logra una reencarnación en todos los sentidos de la palabra.

La-Dama-de-Hierro_54243554412_53699622600_601_341 Sigue leyendo

Mi pie izquierdo.

Resulta inevitable mencionar a Mar Adentro (Alejandro Amenábar, 2004) a la hora de analizar otra película sobre la tetraplejia como es El pie izquierdo (Jim Sheridan, 1989). Aunque ambas comparten esencia temática, además de hacer un llamamiento a favor de la integración social de estos enfermos, el trasfondo es radicalmente opuesto: si bien la primera, basada en la vida real de Ramón Sampedro, constituye uno de los alegatos a la eutanasia más rotundos jamás rodados, la segunda aboga por todo lo contrario. La obra del siempre comprometido Sheridan -autor de Hermanos (2009) o En el nombre del padre (1993)- biopic del escritor y pintor irlandés Christy Brown, también rinde homenaje a todos esos individuos anónimos aquejados de parálisis, aunque aquí la palabra eutanasia no aparece por ningún lado. Al contrario que Sampedro, que repetía que «la vida así no es digna» y reclamaba ante los juzgados que «vivir es un derecho y no una obligación», el protagonista de El pie izquierdo, un Daniel Day-Lewis en la que fue la mejor interpretación de su carrera -Oscar incluido-, siempre encuentra un motivo para seguir viviendo. Podríamos establecer semejanzas, en este sentido, con otro de los ciclones cinematográficos del cine reciente: Intocable (Eric Toledano & Olivier Nakache, 2011). No obstante, interpretaciones y mensajes morales aparte, las tres películas mencionadas se hacen más necesarias que nunca no ya sólo por hacer recordar al espectador que  estas personas existen, y están ahí, sino porque supone la reivindicación de valores cada vez más escasos en nuestro entorno como la integridad social y el respeto.

Sigue leyendo