Manuale d´amore (Giovanni Veronesi, 2005) fue una de las primeras películas que retrató las diferentes fases por las que atraviesa el amor. Para ello dividió el relato en cuatro cortos, abordando en cada uno de ellos estas diversas etapas. Este título italiano es el referente más directo de 8 citas (Peris Romano & Rodrigo Sorogoyen, 2008), estimulante comedia coral española que, a lo largo de ocho historias románticas que finalmente se entrecruzan entre sí, va retratando cada uno de los periodos por las que transcurre una relación amorosa, desde el encuentro y el enamoramiento, la familia, la rutina, los celos y, finalmente, el reencuentro. Todas ellas van acompañadas de una ilustrativa y reflexiva frase, si bien la primera y la última de ellas son las que mejor resumen el espíritu del film: «Si el amor es la respuesta, ¿cuál es la pregunta?» y «Bien está lo que bien acaba». Uno de los aciertos de la película es que se limita a mostrar, siempre con la sencillez por bandera y alejada de cualquier atisbo pedagógico, las visicitudes de una serie de personas -algunas demasiado prototípicas, otras de carne y hueso- que experimentarán en primera mano sensaciones tan inolvidables como la primera cita o el primer beso.
8 citas, presentada en el Festival de Málaga, es una espectáculo fresco, ágil, en el que sobresalen unos inteligentes diálogos y un destacado plantel de actores, todos en estado de gracia. Así, junto a nombres tan veteranos como Ana Wagener, Adriana Ozores, Miguel Ángel Solá o Fernando Tejero se conjugan rostros más jóvenes, pero no menos talentosos, como Maxi Iglesias, Verónica Echegui o Marta Hazas, a los que, sin duda, esta película les ayudó para abrir un poco más las puertas del éxito del que están gozando en la actualidad. Pero si hay un nombre que destaca por encima del resto es una inmensa e incomprensiblemente desaprovechada Belén Rueda, ya que se limita a aparecer tan sólo los últimos cinco minutos de función, con un papel que podría haber dado un poco más de juego. La historia que protagoniza su personaje Elena es de lo mejor en un film irregular, donde no todos los cortos gozan de un nivel homogéneo de calidad y frescura,
Así, tras un arranque más que prometedor con la historia de Antonio (Tejero), un quiosquero enamorado de Sofía (la andaluza Belén López), una de sus clientas, la película se muestra incapaz de mantener el listón en algunos de sus relatos, como el correspondiente a Rutina o, muy especialmente, a «Citados«, que contiene alguna escena de humor en forma de flashback que roza la vergüenza ajena. Sin embargo, el resultado final queda compensado por magníficos cortos como el protagonizado por Raúl Arévalo y Cecilia Freire y, sobre todo, por la historia titulada Celos, a la que los realizadores otorgan la mayor duración del film. Ese considerable tiempo que dedican los directores a recrearse en un seductor Alfonso (Alfonso Bassave) bailando «Chemical Girl», de The Fine Arts Showcase, ante la celosa y cada vez más atónita mirada de un derrotado Sergi (Arturo Valls), es uno de los puntos álgidos y mejor rodados de la película. Y vino a demostrar, una vez más, que con un presupuesto asequible y unos modestos escenarios se puede conseguir un historia que, sobre todo, destila ternura y busca la empatía constante por parte del espectador.
La película, dedicada a Pablo -hermano de Romano, que mientras rodaban la película tuvo un accidente de coche-, puede que adolezca de ser excesivamente teatral o de que alguno de su extenso plantel de personajes adolezca del alma y trasfondo necesarios, pero no por ello 8 citas deja de ser un ejercicio de agradable entretenimiento, unas veces liviano y, otras, un poco más corrosivo. Si a eso le sumamos que las risas están aseguradas, una irreconocible Verónica Echegui, una correctísima duración, unos títulos de crédito finales superponiendo las fotos de la infancia de los actores de la película sobre un nada casual árbol genealógico y su capacidad, además, para tocar la fibra sensible en algunos de sus momentos -como su, tomen nota, potente final- la cita pasa a ser ineludible. Y es que puede que 8 citas no pase a la historia, pero será recordada como una de las propuestas más atractivas y originales que ha dado el cine español en años.