The Amazing Spider-Man

No era fácil embarcarse en la aventura de renacer una saga de un superhéroe tan mítico como Spider-Man, máxime cuando éste ya contaba con una extraordinaria trilogía dirigida por Sam Raimi. Pero Marc Webb arriesgó y ganó. Con The Amazing Spider-Man (2012) el director consigue uno de los blockbuster más contundentes y atípicos de los últimos años; lo primero, por su estratosférico presupuesto -200 millones de euros-, sus 136 minutos de duración y por su capacidad de quedar grabado en la retina del espectador. Lo segundo, porque se trata de una película de acción donde, precisamente, las escenas de acción no son las que más peso tienen -de hecho la primera escena entre Spider-ManEl Lagarto tiene lugar casi a la hora y media de función-, algo que, por otro lado, puede desagradar a quien esperara algo diferente. Pero Webb se mantiene fiel a la esencia de los cómics, tal y como hizo en su día Raimi; porque Spider-Man es mucho más que la lucha contra héroes y villanos. Es la historia de Peter Parker (Andrew Garfield), un adolescente de 17 años que saca buenas notas y que vive enamorado de su compañera de clase Gwen (Emma Stone), personaje que es rescatado después de que Bryce Dallas Howard lo interpretara en Spider-Man 3 (2007). Tras enfrentarse a la desaparición de sus padres, pasará a vivir con sus tíos May (Sally Field) y Ben (Martin Sheen). No obstante, su vida dará un giro radical cuando, por un lado, descubra un maletín perteneciente a su padre que le llevará a relacionarse con el peligroso Dr. Curt Connors (Rhys Ifans) y, por otro, cuando su tío Ben sea asesinado.

A pesar de ser un novato en las películas de acción, y que su único trabajo anterior es el título de culto romántico 500 días juntos (2009), Marc Webb demuestra su asombrosa capacidad para elaborar un proyecto con ecos de cine independiente teniendo entre manos un potente material de partida como el creado por Stan Lee y Steve Ditko. El director se muestra interesado durante todo el metraje en indagar en el pasado de Peter Parker  y en el motivo de la desaparición de sus padres- un tema que pasa desapercibido en la trilogía de Raimi-. Asimismo, también se confirma como un experto a la hora de establecer vínculos entre todos sus personajes, ofreciendo un atractivo abanico de los roles que más peso han tenido en la vida del trepamuros, como el chulo de instituto Flash Gordon o el Capitán Stacy (Danis Leary), y otorgando más peso narrativo a sus tíos. De hecho, la muerte del tío Ben no se produce hasta pasada la hora de película, cuando tanto en los cómics como en la primera entrega de la saga anterior es uno de los primeros acontecimientos en ocurrir. Todos ellos conforman un plantel de actores secundarios veteranos sobresaliente, que contrasta con la juventud de los dos actores protagonistas que también están más allá del elogio y entre los que existe una asombrosa química.

Como las comparaciones con la trilogía protagonizada por Tobey Maguire resultan inevitables, diré que a pesar de ser fan del actor, Andrew Garfield me ha parecido más creíble en la piel del superhéroe. Y no sólo por su apariencia física, casi calcada a la de los libros, sino por su chispeante y carismática personalidad. Uno de los aspectos que los seguidores de los cómics más criticaron a Raimi fue el de distorsionar la forma de ser de Spider-Man al no incluir durante sus combates o aventuras nocturnas esos chascarrillos, esa socarronería, esos chistes fáciles convertidos en una clara seña de su personalidad, y que Webb rescata con acierto. Momentos como el de estar esperando al villano jugando al tetris con el movil o el hecho de recibir una llamada de su tía May en lo alto de un puente advirtiéndole de que compre huevos antes de ir a casa son Spider-Man en estado puro. Queda patente, pues, que el cineasta maneja la historia que está contando -consciente, quizá, de la gran expectación que iba a generar su trabajo-, nada extraño si tenemos en cuenta que se ha dedicado a este proyecto en cuerpo y alma durante 2 años una media de 17 horas diarias. En ningún fragmento cae en la tentación de enfocar su obra exclusivamente hacia el público adolescente, aunque tampoco pretende insuflar su proyecto de cargas moralizantes y/o filosóficas; en este sentido se sustituye la emblemática «un gran poder conlleva una gran responsabilidad», por el nuevo slogan que los seguidores de la nueva saga ya se han grabado a fuego: «las mejores promesas son las que no se pueden cumplir»

Falta todavía mucho -o quizá no tanto- para el estreno de la 2ª parte: 2 de Mayo de 2014. Y, por supuesto, también hay mucho que mejorar: una manera un tanto irregular de filmar las escenas de acción, en su gran mayoría nocturnas, y esa casi obsesión por parte del director por revelar la identidad secreta de su héroe, desprendiéndole de su máscara en algún que otro momento. Y, también, mucho que incorporar: el Daily Bugle, el trabajo como fotógrafo de Peter, a Mary Jane Watson, a Betty, el clan Osborn… pero todo queda compensando, además de por el cameo más cachondo de Stan Lee de todas las aventuras y por esa contención a la hora de incorporar efectos digitales, por ese admirable esfuerzo de haber creíble al personaje, mimando sobre todo el arduo proceso por el cual llega a convertirse en un reputado héroe (creación de su disfraz, del fluido arácnido, etc). Puede que The Amazing Spider-Man no haga olvidar al personaje que, ya digo, filmó de forma magistral Sam Raimi -es una lástima que la mejor trilogía de superhéroes de la historia cayera en el olvido-, pero no cabe duda que esta nueva película ha abierto una nueva era, capaz de atrapar en su red tanto a los marvelómanos como a los que no, dando como resultado un espectáculo increíblemente entretenido, capaz de ser digerido con absoluta facilidad. Y eso que no era tarea fácil. 

6 comentarios en “The Amazing Spider-Man

  1. Aquí vamos a tener una pequeña discusión, querido Pablo. Te comento en varios puntos:

    1) Para empezar diré que es una de las películas que más cariño le tengo de este año y sin lugar a dudas una de mis favoritas. Y ello se debe principalmente a esa cercanía que comentas muestra al personaje de Peter Parker,

    Hay un trato mucho más humano al personaje. Sam Raimi dejaba ésto un tanto a un lado a favor de la acción y la fantasía más alocada. Webb, sin embargo, muestra al Peter Parker que todos conocemos. Y este es uno de los grandes aciertos de la peli: yo sí reconozco a Spider-man y Peter Parker en esta película.

    Luego están todos esos chascarrilos «marca de la casa» que a mí me enamoraron. De nuevo, vuelve a ser Spider-man, algo que no había conseguido Raimi.

    En lo referido al tratamiento de los personajes y a las historias más personales la trilogía de Raimi salía ganando para mi gusto en la historia romántica, bastante verosímil e incluso conmovedora. Aquí no puede haber una «acusación» a este respecto porque sencillamente esta no cuaja.

    Aún así hay deliciosos momentos intimistas como cuando Spidey atrapa a Gwen con su red por detrás en el balcón. Maravilloso.

    2) Respecto a los actores difiero ligeramente contigo. Tobey McGuire muestra muchas más tablas interpretando a su personaje que Garfield. Pese a no resultar creíble físicamente su actuación supera ampliamente a la de Garfield en casi todos los aspectos. A este le faltan aún muchas tablas (y eso que le veo potencial) y sólo me resultó creíble y me enganchó en determinados momentos (el resto de actores me parecieron muy creíbles todos).

    Estoy seguro que para la segunda parte se hará más aún con el personaje.

    3) Cuando salí de ver esta peli en su momento mi sensación fue de haber visto una película en la que había una deliciosa y conseguida mezcla de cine indie y comercial. Con el paso de los meses no desconfirmo ésto pero tampoco me asevero tanto.

    Tengo la sensación de que la parte intimista, aunque muy bien tratada, podría haber dado mucho más de sí (nada que una segunda parte no solucione ;). Sin embargo, la parte más comercial (me refiero a las escenas de acción) que sí creí más débil en un principio la veo ahora bastante lograda. No es nada fácil que un director que viene del cine indie y con una sola película haya logrado escenas tan espectaculares y coordinadas.

    La pelea en la escuela es un ejemplo de ello pero más lo es es mi opinión esa grandiosa pelea final en la torre con un excelente uso (esta vez sí) del 3D. Tal vez sea mi escena de acción favorita del año.

    Y aunque Webb sabe dotar a la peli de una impronta de cine independiente y resolver de forma muy efectiva la parte más comercial estos dos aspectos no confluyen de una forma definida y definitiva. Y el truco de un buen director si quiere dotar de cierto intimismo que resulte resolutivo a una peli de índole comercial es que ambos aspectos confluyan de forma casi imperceptible y sólo se diferencien a la hora de hacer un análisis exhaustivo de la cinta. Y éste creo que ha sido el gran handicap para que no conquistase de forma un poco más unánime a los aficionados.

    Pero de nuevo, algo que una segunda parte y un poco más de experiencia (algo por supuesto perdonable) no puedan solucionar. Las hechuras son muy buenas, las intenciones también. Sólo falta eso: la experiencia 😉

    4) Por poner algún detalle en contra mencionaré algunos diálogos totalmente absurdos y que no vienen a cuento como el del lagarto y Spidey mientras luchan en la escuela. ¡Esa escena es para dejarla totalmente a merced de la acción!

    5) Y respecto a las películas de Raimi he de decir que a mi también me gustaron aunque creo no son comparables a ésta en cuánto que el tratamiento es radicalmente distinto. Al igual que existe el Batman de Tim Burton y el Batman, Batman (el de Nolan) existe el «Spiderman» de Sam Raimi y el Spiderman, Spiderman (o al menos el que más se acerca al personaje que todos conocemos, que es el de esta película).

    Raimi hizo «sus» películas y como no podía ser de otra manera eran totalmente «descabezadas» (dicho en el sentido más positivo y divertido de la palabra).

    6) Y déjame que haga una última mención (antes que te duermas leyendo ;)) a la meritoria banda sonora de James Horner. Cuando le ofrecieron el proyecto dijo que iba a hacer «su» banda sonora. Y los que conocemos (y admiramos) la obra del compositor sabíamos que iba a ser así.

    Esto lo comento porque la música para las películas de acción de los últimos años se ha entregado a unos supuestos totalmente comerciales. Es un tipo de música espectacular pero machacona y reiterativa que repite el mismo esquema en una y otra película y que apenas tiene una construcción dramática sólida y mucho menos temas de acción realmente inspirados (por no decir que suenan casi todos a lo mismo). Esto lleva haciéndose desde que se hizo se la primera parte de «Piratas del Caribe» . Fueron el sr. Hans Zimmer (compositor que tiene algunas obras que adoro) y sus acólitos (los llamados popularmente Mediaventures) los que «impusieron» un sonido que ha repetido en multitud de pelis de acción hasta la fecha (incluídos los propios Batman de Nolan, aunque éstos tienen partes que me gustan bastante). Si te paras observar alguna vez ésto verás de que te hablo.

    Y volviendo a Horner. El compositor lo que hace aquí es construir una banda sonora que en verdad está diciendo algo del personaje y de la historia. No se si te llegaste a fijar pero su tema principal (que ya suena en sus títulos de crédito y anuncia el carácter fantástico y ciertamente intimista de la historia) es sumamente minucioso y elaborado.Va evolucionando a lo largo de la peli a la par que lo hace el personaje y la historia (y esto sí te aseguro que no te lo encontrarás en ninguna peli actual de este tipo).

    Horner lo que hace aquí es una verdadera banda sonora dramática que refleja por igual el carácter del personaje, como los momentos más intimistas (con su delicioso uso del piano) como los momentos de acción, sin resultar estos últimos machacones. Va más allá del mero acompañamiento.

    Reconozco que no es una banda sonora particularmente inspirada en lo musical pero sí buen ejemplo de lo que es la música de cine: música al servicio de una historia, unos personajes…

    Muchas gente la ha criticado porque se esperaba un espectáculo musical de «tomo y lomo» pero aquí lo que hace Horner es recoger ese espíritu intimista y dramático que imprime Webb a la peli y llevarlo también a la música.

    CONCLUSION: Es una película con un tratamiento de personajes e historia realmente exquisito pero muy mejorable debido a que la película podría haber ahondado mucho más en los aspectos dramáticos y llegar a subyugarnos completamente.

    Con el buen material que deja, con esos personajes que sí tienen algo que decir y, sobre todo, con el cariño y dedicación que se vislumbra que ha puesto Webb estoy seguro de que veremos una segunda parte mucho mejor que la primera (que ya de por sí me satisface).

    ¡Un abrazo!

    • No sabía que, al igual que yo, tú fueses otro fan del «trepamuros» jaja. Algo que me alegra enormemente!
      Estoy de acuerdo en la mayoría de cosas que apuntas, especialmente en lo que la segunda parte tiene muchas cosas que mejorar de esa primera, que ya de por sí es una buena película. A mi también me chirriaron un poco los diálogos un poco absurdos de algunas peleas y, si te soy sincero, no presté mucha atención a la música, por lo que no puedo opinar en lo que dices. Pero sin duda me han entrado ganas de volver a verla con todo lo que cuentas!

      Por cierto! Gracias por los comentarios en mi blog y por tus sugerencias… y debido a la extensión de tu último comentario…voy a tener que OBLIGARTE a que tú también te hagas un blog de cine y sigamos por ahí compartiendo puntos de vista sobre el séptimo arte! ¿Te animas?
      Un abrazo compi !!

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